Fernando Moreno Bernal – ATTAC Cádiz.

Por que lo que debe estar unido e integrado se ha dividido, separado y enfrentado entre si. La economía política, porque todo en economía es pura política, es como un triángulo, única pero con tres vértices: La presupuestaria, en qué nos gastamos lo disponible, que se apoya sobre la fiscal, qué ingresos, de quienes y con que criterios de solidaridad o insolidaridad, y la monetaria, que regula los flujos que financian el desfase entre los gastos y los ingresos, entre la presupuestaria y la fiscal.

Primero separaron la política monetaria quitándole la autonomía e independencia haciendo que estuviese supeditada a los intereses de una reducida élite de banqueros privados, lo que ellos denominan “independencia de los Bancos Centrales”. Al regular los flujos financieros (control de la actividad con paraísos fiscales, creación de productos financieros como los swap, CDS, etc. y fondos de inversión como las SICAV, SOCIMI, etc.) abren las puertas por las que las grandes fortunas (ellos mismos) eluden el pago de los impuestos. Los gobiernos a continuación se amparan en que las empresas y las grandes fortunas eluden el pago de impuestos para justificar que la estabilidad y equilibrio presupuestario tan sólo es posible con reducción de gastos y recortes en el Estado de Bienestar.

Una verdadera política en beneficio de la ciudadanía y de toda la humanidad tiene que recuperar el equilibrio entre los tres vértices uniendo e integrando lo dividido, separado y enfrentado.

El déficit y el endeudamiento nunca ha sido un problema, al contrario. Un déficit por debajo del IPC es perfectamente asumible por cualquier economía porque en dinero constante no es déficit y se convierte en un continuo impulso para la actividad productiva. Es una verdadera solidaridad con las generaciones futuras. A las familias les pasa igual ¿quién puede financiar la compra de la vivienda principal con los ingresos de sólo cuatro años? Y cuando hay actividad con un ligero IPC las cuotas de amortización del préstamo son cada año más llevaderas. El déficit y el endeudamiento se convierte en un problema cuando su origen es el despilfarro sin sentido ni justicia social, como pasa con el endeudamiento originado por la ludopatía o, como en España, por la construcción de segundas viviendas cuyos títulos de propiedad eran productos financieros para especular y no para satisfacer necesidades sociales, destruyendo el medioambiente y desviando el crédito necesario a la verdadera economía productiva generadora de servicios y bienes necesarios para la comunidad. Endeudamiento para ir al casino financiero.

Desde 2008 venimos diciendo en ATTAC que de esta crisis no se saldrá hasta que seamos conscientes de que la realidad es otra. Que vivimos un verdadero cambio civilizatorio, pero no para competir en un mercado globalizado mercantilizando a las personas y a la Vida del planeta a través de la mercantilización de los Bienes comunes de la Humanidad, sino para recuperar el equilibrio perdido entre libertad, igualdad y fraternidad globalizándolos. El concepto jurídico de ciudadanía como nuevo Poder soberano que surgió hace más de 200 años en EE UU y Francia necesita avanzar hacia la ciudadanía universal que convive en un único planeta cuyas condiciones de Vida hay que preservar con una Declaración de Bienes Comunes de la Humanidad con poder y exigencia jurídica universal.

Marx decía que la revolución llegaría cuando el capitalismo hubiese llegado hasta el último rincón del mundo. Ha llegado el momento de hacer la revolución mundial. El parto de un nuevo tiempo para la humanidad ha comenzado, los cotiledones que sujetan la placenta al útero materno ya han comenzado a soltarse. El 15M ha inspirado movilizaciones inimaginables en India, Israel, Chile, Brasil, EE UU y en ochenta y dos países del mundo. La conciencia de pertenencia a una única humanidad como condición previa para enfrentar la regulación internacional del capital, cambio climático, desigualdad, hambrunas y migraciones es imparable.

“No es una crisis, es una estafa” se grita en las acampadas y movilizaciones del 15M en España. Porque con la crisis el miedo se adueña de las personas y las paraliza. A este miedo se le contrapone en palabras de Albert Einstein la fuerza más poderosa del universo: la creatividad de la humanidad en acción, capaz de superar cualquier obstáculo que se le presente. Y esta acción creativa de la humanidad se activa con la esperanza de otro mundo mejor no sólo posible sino urgente e imprescindible para preservar la Vida con mayúsculas, la de la humanidad y la del sistema integrado de Vida que es nuestra Madre Tierra, Gaia.

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