Sí, somos “el enemigo”

Manifestación ValenciaRosa Llobregat– ATTAC País Valencià

Me sorprende el revuelo que han causado las declaraciones del Jefe de la policía de Valencia, Antonio Moreno, al calificar de “enemigo” a los participantes en las protestas estudiantiles del IES Lluís Vives de Valencia. Yo quisiera, sin embargo, revalidar el término empleado al referirse a los manifestantes y extenderlo además a todos aquellos (estudiantes, profesores, o ciudadanos concienciados) que apoyan su causa. Porque, efectivamente, somos el enemigo. Somos enemigos de la represión, de la violencia y de la injusticia. Somos, además, el mayor enemigo de un grupo de señores neofeudales (dígase empresarios, banqueros, realeza,… y demás personajes farandulescos) y de una clase política corrupta inspirada quizás en el Antiguo Régimen (igual nos sorprenda ahora la Delegada del gobierno, Paula Sánchez de León, con unas declaraciones al estilo Marie Antoinette: “¡Si no tienen calefacción, que se cubran con visones!”).

Y es que la desproporcionada reacción policial ha empañado la información sobre el motivo de las protestas estudiantiles que tiene su origen en el impago de la Generalitat a los colegios desde abril de 2011, con lo que muchos centros de la Comunitat han pasado un invierno sin calefacción y con falta de material escolar (“¡Y si no tienen papel higiénico, que se limpien con billetes!”- anunciará en breve la Conselleria de Educación).

Ante tal situación, los ciudadanos valencianos se movilizan por el derecho a una educación pública y de calidad, pero una vez más, como ya ocurriera con las últimas reformas del sistema educativo, especialmente con las protestas al Plan Bolonia, a la clase gobernante no le interesa. Y es que, ¿Cómo les van a interesar ciudadanos formados y conocedores de la realidad social? Para cortar de raíz el problema de los grupos de intelectuales, pensadores, altermundistas, … que mejor que intervenir en la educación (base del desarrollo social) para que ésta sea lo más pragmática posible y no de lugar a ovejas descarriadas que piensen y protesten.

Imaginaros por un momento una sociedad repleta de jóvenes que intercambiasen novelas de Herman Hesse en vez de mensajes de whatsapp, escucharan todo tipo de música en lugar de comprar cada mes el nuevo “superventas”, detestaran la nueva colección de Amancio Ortega para la primavera 2012 y adquirieran un estilo retro, todos conjurados delante de instancias gubernamentales protestando por la reforma laboral, la corrupción política, los recortes sociales, la desigualdad entre sexos, el deterioro del medioambiente, etc. etc. ¡La viva imagen del Apocalipsis!

Con una amenaza subyacente como ésta, no es de extrañar que la policía se tome tan en serio la represión de estos estudiantes. Además, las imágenes ofrecidas por los medios de comunicación no dejan lugar a dudas: los estudiantes iban armados. Se les puede ver claramente con mochilas repletas de libros – un policía aseguró haber visto un ejemplar de “El capital” entre los muchachos-, carpetas llenas de fotocopias y hojas con apuntes, todas ellas cargadas con la munición más potente que existe en este mundo: ¡las ideas!




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