Jubilación a los 67: ¿Adiós al Pacto Social?

Jose A. Pérez TapiasArgumentos PTapias

Como dice Forges, tenemos al personal rebotado -lo que es una forma coloquial de decir que está indignado-. Y no es para menos. Además, nadie les había avisado. Todavía podía esperarse algo de reforma laboral, pero no que de golpe y porrazo se pusiera en cuestión el delicado asunto del sistema de pensiones, cuando por otra parte hasta en la jornada de hoy se habla de superavit de la Seguridad Social. ¿Dificultades de la comunicación política?

No hay manera de presentar como buena noticia la propuesta formulada hoy por el Consejo de Ministros de subir la edad de jubilación hasta los 67 años, por más que se diga que será gradualmente a partir de 2013, si así al final fuera el caso. A veces no queda más remedio, por responsabilidad de gobierno, que decir y hacer lo que no gusta. ¿Es el caso? Los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, han calificado la medida de innecesaria e injusta. El compañero Cándido Méndez, como Secretario General de UGT, la ha criticado duramente por el contenido y por la forma, es decir, también por haberse lanzado al margen de los cauces del diálogo social en el que se está trabajando. A eso ha añadido que en ninguna de las comparecencias -en torno a 30- sobre la cuestión que han tenido lugar en la Comisión del Pacto de Toledo del Congreso de los Diputados se ha planteado cosa semejante. Los expertos que allí han comparecido, de muy distintas instituciones e ieologías, han ido por otros caminos (alargar la edad de jubilación real, acotar las prejubilaciones…).

Puede pensarse que el Gobierno está en el derecho y en la obligación de lanzar una propuesta como ésa. Es cierto, pero eso no quita que las preguntas se agolpen desde muy diferentes vertientes. ¿Son los datos demográficos tan concluyentes como para hacer aquí y ahora, por vía de incomprensible urgencia, tal propuesta? ¿No faltan variables que contemplar -inmigración por ejemplo- para apoyar el diagnóstico del que se ha partido? Hay muchos indicios de que es así. Y, por otra parte, ¿tan arrebatadores son los motivos como para hacer esta propuesta, aquí y ahora, poniendo en peligro la paz social en el actual contexto de crisis, la cual es sin duda un haber del gobierno, de sus políticas sociales y de su práctica de diálogo?

Ante la opinión pública, la defensa que se ha hecho de los derechos de los trabajadores se desdibuja en su consistencia, pues la responsabilidad ineludible por el futuro del sistema de pensiones encuentra otros pasos previos al que se ha dado. Por lo demás, es cierto que la propuesta va a desembocar en la ya mencionada Comisión parlamentaria del Pacto de Toledo, donde hay que adoptar acuerdos por consenso. Y éste se ha puesto muy difícil, salvo que deje a muchos fuera, lo cual va contra el Pacto mismo. Y si la propuesta va a acabar siendo o retirada o modificada muy sustancialmente, con el desgaste que supone -ahí tenemos al PP por un lado y a IU y ERC-ICV por otro, cogiendo cada cual a su manera la bandera de las pensiones-, ¿hacían falta estas alforjas para este viaje?

Hay que seguir trabajando por el pacto social, y apoyando al gobierno en todo lo que lo propicie. Lo que está claro de momento es que, salvo la cúpula empresarial, la gente no ve que proponer la jubilación a los 67 años de forma generalizada -¿se ha pensado en albañiles, transportistas, dependientes de supermercado, profesorado de primara y secundaria, etc., etc?- vaya en esa dirección. Esperemos que no haya ningún adiós al pacto social, pero hoy está más difícil que ayer.

La cuestión, y más tratándose de una propuesta que hasta hoy mismo no estaba en el horizonte, ni del programa de gobierno ni del programa electoral, requiere un debate a fondo.

Mañana tendremos una buena ocasión en el Comité Federal del PSOE, tras escuchar atentamente el esperado discurso de Zapatero. No obstante, podemos ir recordando algunas otras cosas, como la deriva del SPD, incluyendo el trabajo previo que le hizo a la democracia cristiana alemana, y el destino de Schroeder desde que dio pasos de este estilo.




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