¿Estado de Derecho?

Antonio Aramayona – ATTAC España

El país entero está conmocionado por los mensajes entre un delincuente y un mentiroso compulsivo, por la connivencia entre el guardián de las trampas y la pandilla de tramposos, patriotas de pro y amantes de grandes banderas, que aseguran sacarnos de la crisis, mientras el pueblo se va enterando de sus chanchullos económicos. Mienten y manipulan. Para colmo, el vicesecretario general de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, nos regalaba la semana pasada una perla más de distorsión falaz de la realidad, al afirmar que “el PP no es Bárcenas, es Miguel Ángel Blanco”.

A SU VEZ, la Junta de Andalucía criticaba la actuación de la jueza Mercedes Alaya, que instruye el caso de los ERE, como un camino “harto peligroso para la democracia”. Paralelamente, el PP acusaba a la oposición de “ser rehén” de Bárcenas al pedir que Mariano Rajoy dimita como presidente del Gobierno, por ser responsable directo de la presunta y flagrante financiación ilegal del Partido Popular y el cobro de sobresueldos por parte de altos cargos del Partido. El país es un erial tras una montaña de corrupción, del que cada grupo político implicado pretende desembarazarse mediante descalificaciones y mentiras. Entre tanto barullo, el pasado fin de semana se reunía en Galicia el Comité Federal del PSOE para decidir qué hacer con las primarias convocadas en Galicia y negociar un nuevo protocolo de relaciones con el PSC. Es decir, no precisamente los problemas candentes y urgentes del país y su ciudadanía. Y es que unos y otros han estado viviendo en Babia.

Nos están dejando el país como un erial, pero no todo es por Bárcenas y su currículum como tesorero del PP. En julio caducaban 1.340 convenios laborales de empresa, con el riesgo inminente de que dos millones de trabajadores pierdan los derechos adquiridos en materia de salarios y jornadas, una vez sometidos al Estatuto de la Reforma Laboral del PP. Es la guerra de clases que los amos del dinero y de los mercados están imponiendo brutal y unilateralmente a la población trabajadora y a la ciudadanía en general. Sin embargo, parece que esa criminal barbaridad no fue motivo suficiente para pedir la dimisión de Rajoy, por la sencilla razón de que, salvo contadas excepciones, la clase política y sindical, sometida a las medidas provenientes de la Troika y ejecutadas obedientemente por los Gobiernos central y local, sestea y dormita, mientras menudean entre ellos rancias discusiones de si son galgos o podencos.

En el erial veo más de seis millones de desempleados en un país donde las empresas del Ibex35 siguen arrojando decenas de miles de millones de beneficios anuales declarados (amén de sus paraísos y sus triquiñuelas fiscales). Veo a ciudadanos acampados solicitando una entrevista (los más optimistas, incluso una negociación) a unas entidades financieras que reciben un rescate bancario de hasta 100.000 millones destinado a “sanear” la banca a través del FROB.

También a varios centenares de miles de personas desahuciadas por unos bancos que han recibido además 1,33 billones de euros para oficialmente paliar su presunta falta de liquidez, pero que han sido destinados a obtener fuertes ganancias a base de especular con la deuda pública del país. Veo a un pueblo entero asumiendo una deuda pública, de la que un 57,3% pertenece a los bancos y las grandes empresas.

Leo (forma parte del erial) que salvar el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuesta menos de dos kilómetros de AVE. Una asociación vecinal zaragozana organiza este verano un comedor social para que los niños de la zona puedan comer al menos una vez al día, mientras la Consejera de Educación, Dolores Serrat, recorta drásticamente las becas de comedor y otras ayudas escolares, y el ministro Ignacio Wert deja sin poder seguir cursando estudios a decenas de miles de estudiantes. Simultáneamente, el ministro de Economía De Guindos y el de Exteriores García-Margallo insisten machaconamente en la importancia de la marca España.

El país está hecho un erial, pero, al parecer, aquí preocupan otras cosas, si nos atenemos a las portadas diarias de los medios de comunicación. Un jurado popular ha condenado al filicida Bretón, el Barça ha fichado a Neymar, Bárcenas contrata como abogado a Javier Gómez de Liaño, un ex juez condenado por prevaricación y apartado de la carrera judicial, pero que, poco tiempo después, fue indultado por el gobierno de José María Aznar para volver a la carrera judicial, a condición de no incorporarse a la Audiencia Nacional durante 25 años. Es decir, como el político cántabro Juan Hormaechea, como el banquero Alfredo Sáenz, como aquellos Mossos d’esquadra condenados por torturas, como el conductor kamikaze Ríos Salgado, como los dos comandantes forenses del caso Yak- 42, como los indultados en el caso Treball, como tantos- amigos, amiguetes, enchufados, recomendados, primos de Zumosol, multimillonarios.

¿Y a esto lo llaman Estado de Derecho?




ATTAC, asociación sin ánimo de lucro, denuncia que el pasado 5 de noviembre fue publicada en el BOE la Ley 21/2014, de 4 de noviembre, por la que se modifica el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, y la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, en virtud de la cual la reproducción total o parcial, así como la descarga del material de esta página es susceptible de ser gravado por un canon a cobrar por CEDRO, en contra de nuestra voluntad, y por tanto solicitamos su inmediata derogación.


ATTAC Andalucía no se identifica necesariamente con los contenidos publicados, excepto cuando son firmados por la propia organización.