Comunicado de ATTAC Andalucía.

Ante la desaparición del sistema andaluz de Cajas de Ahorros, privatizadas y deslocalizadas de nuestra comunidad en beneficio de grupos bancarios foráneos, ATTAC Andalucía se ve en la necesidad de reclamar nuevamente un sistema público financiero andaluz real e imbricado en el territorio. Nos preocupa igualmente que nadie haya pedido cuentas, ni investigado, ni reclamado públicamente sobre como se produjo este hecho tan negativo para nuestra tierra.

Esta expoliación-privatización ha sido una de las causas principales de la desaparición del crédito, entendido como servicio público, así como de trasferencias de los beneficios generados en la propia Andalucía en inversiones productivas y sociales. Todo esto independientemente de la implicación de las Cajas en la fallida y destructiva burbuja inmobiliaria -a la que fueron aupadas por sus gestores, directivos profesionales, responsables políticos, empresarios del sector y las burguesías provincianas locales- pero que no justifica su desaparición, en todo caso su nacionalización.

Constatamos día a día como pymes, cooperativas y sociedades laborales, así como autónomos y autónomas se ven obligados a cerrar sus empresas por no poder optar a créditos que, de concederse, se hacen con intereses cercanos a la usura o con la diligencia que los necesitarían. Contemplamos con rabia e impotencia como las familias, a pesar de las movilizaciones populares, son desahuciadas de sus viviendas a pesar de estar paradas y en riesgo de exclusión social. Desalojadas y expulsadas por bancos rescatados con capitales públicos a los que los propios desahuciados han contribuido. Es escandaloso, injusto e ilegítimo.

La recesión, marcada por las escandalosas cifras del paro y el incremento de la pobreza que padece Andalucía a causa de la crisis financiera, el estallido de la burbuja inmobiliaria, las imposiciones de medidas de «austeridad» en el gasto público que impone salvajamente la Troika (FMI-UE-BCE) y los crueles recortes del Gobierno de España, a los que se suma la sumisión del Gobierno Andaluz a los criterios de déficit público y criterios político-económicos del gobierno central, crean una situación de difícil salida a menos que comiencen a articularse medidas y tomar decisiones comprometidas para con las y los ciudadanos andaluces y andaluzas. ATTAC exige del Gobierno Andaluz valentía para afrontar un cambio de rumbo en este sentido.

Solo la circulación del crédito y la captación de ahorro andaluz y para Andalucía podrá hacernos recuperar el pulso económico. ATTAC propone que la Comisión creada en el Parlamento Andaluz para estudiar la viabilidad de un sistema financiero andaluz elabore sus propuestas y conclusiones con carácter de urgencia, y presente lo antes posible ante el Parlamento sus trabajos. Seis meses en estás circunstancias son mucho tiempo, cuando las familias sufren y los pequeños negocios familiares, cooperativos y puestos de trabajo están desapareciendo diariamente.

En caso de no poderse articular un sistema financiero público y propio, llamamos a la constitución, mediante apoyo tanto público como de los sectores económicos más afectados y relacionados, de una COOPERATIVA de Crédito y Ahorro vinculada a las cooperativas, asociaciones de sociedades laborales, autónomos y familias al objeto de dotarnos de un instrumento imprescindible en estos momentos. Una cooperativa de carácter ético, participativo y eficaz en la que ya estamos trabajando y que quiere hacer partícipe a sindicatos y asociaciones cívicas, así como a organizaciones políticas y al propio Gobierno andaluz.

ATTAC Andalucía entiende que la recuperación del crédito como instrumento de servicio público es consustancial con una sociedad democrática e igualitaria y es uno de los problemas que debe figurar como prioritario en la agenda política. La crisis capitalista es también la constatación del fracaso de la banca privada a la hora de crear bienestar y apoyar la creación de riqueza justa, puesto que antepone la obtención de beneficios financieros a la creación de economía productiva y, por tanto, puestos de trabajo. Sin banca pública no habrá bienestar ni reparto.

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