Bañez pide a gritos su destitución

fatima-banezRosa Mª Artal – Comité de Apoyo a ATTAC.

La aún ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha pedido a gritos su cese. Ya no es solo por nefasta gestión que ha elevado el paro desde el 22,85% en el que se lo encontró al 26%. El registrado en el INEM, que el real ofrece muchas mayores proporciones. O la destrucción de empleo que se acerca al millón de personas. El incesante flujo de “movilidad” exterior. Ahora va y pide a las empresas que “hagan políticas sociales con sus beneficios y no con cargo al sistema de protección social”.

Todo viene porque otro de sus ineptos colegas, el gobierno en pleno para ser justos, ha visto que necesitaba urgentemente dinero -a pesar de la desbordante “recuperación” a la que dicen asistimos- y ha decidido por sorpresa que coticen como ingresos varias retribuciones en especie: pluses de transporte, aportaciones a planes de pensiones, vales de comida, seguro médico. Las empresas han protestado enérgicamente y han dicho que van a perderse un gran número de puestos de trabajo.  Eso al PP le da igual, lo importante es arramplar con fondos de donde sea para cuajar esta hermosa recuperación que pregonan a los cuatro vientos.

Es cierto que las empresas compensan en complementos -que probablemente obtienen a mejor precio por el número de empleados- lo que debería ser sueldo, pero nadie les obliga a dar esas mejoras y la medida del gobierno no hará en un momento de tan durísima crisis –real- sino que los trabajadores se queden también sin eso. También.

Esta mujer que invoca a la Virgen del Rocío para solucionar la crisis acaba de certificar que su puesto es inútil. Si son las empresas quienes deben hacer “políticas sociales” –que es como pedir peras al olmo- y no el Estado, ella sobra. De hecho ha sobrado desde el primer día porque en lo que la Virgen almonteña y ella han metido mano ha servido para  crear más parados y abaratar todo el empleo español. Hace falta ser una feligresa muy mala para mentir diciendo a toda hora que se está creando empleo cuando ni siquiera ha vuelto a la cifra en la que lo encontró.

A una recuperación grandiosa asistimos. Los bancos  -a los que este gobierno, como el anterior aunque no en tan gran medida,  ha regalado nuestro dinero- piden para dar créditos a buen precio una nómina de 2.000 euros como mínimo.Entretanto, están vendiendo de saldo España a fondos buitre. Y ya me explicarán en qué están pensando como modelo productivo. ¿En la esclavitud de los asalariados? Pues esto es cosa de Báñez precisamente. Y de su jefe Rajoy.

Un gobierno que pidió a Obama hiciera una declaración de condena a Cataluña a lo que éste se negó. Habló del “gran liderazgo” de Rajoy pero luego le regaló chocolatinas. Báñez debería ocuparse en recoger los envases, por ejemplo. No da muestras de servir para ninguna otra labor. Y, en un país serio, ella, como todos sus compañeros, estaría ya sin trabajo. Precisamente para que el resto pudieran tenerlo. Para que el país que tan mal gestionan se ocupara de lo que debe ocuparse. Es la Constitución la que designa a España como Estado Social. No le llama, todavía, Estado Mercantil. Tampoco ha establecido, aún, la “ley de la selva” como modelo de relaciones laborales. Donde cada uno lucha por lo suyo, menos esta cuadrilla de ministros que viven a costa de los demás como marqueses ocupados, única y exclusivamente, en destrozar lo que teníamos.




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