Carlos Martínez – Presidente de ATTAC España

El domingo 7 de Marzo finalizó la cumbre alternativa UE-Marruecos en Granada. Desde el martes estuvimos reunidos en torno a una serie de temas clave en torno al Tratado de Asociación preferente entre Europa y Marruecos.  Antes, en la Asamblea Andaluza de Movimientos Sociales celebrada el sábado, hicimos un llamamiento a proseguir la lucha en Madrid. Y así, el domingo 16 de mayo las calles de Madrid nos esperan nuevamente, en el seno de la Cumbre Alternativa de los Pueblos.

Nuestros objetivos eran descubrir las verdaderas y opacas propuestas de la Unión Europea, con respecto a convertir Europa en un gran mercado donde las personas no cuentan, pero las mercancías si y los «mercados» dominan;  por otro lado, escuchar la realidad político-social de Marruecos y las consecuencias del tratado de asociación con Marruecos; y finalmente, solidarizarnos con las causas justas del Pueblo Saharaui, pero también con las clases populares de Marruecos igualmente oprimidas.

El domingo salimos a la calle unas 7000 personas. Varios eran los motivos: en primer lugar manifestar nuestra protesta en la calle frente a Tratados de Asociación que no benefician a los pueblos respectivos, puesto que solo benefician a ambas oligarquías, la marroquí y la europea. En segundo lugar, denunciar la carencia de derechos humanos en Marruecos y la opresión de sus pueblos. En tercer término, evidenciar la desprotección y aniquilamiento de la agricultura campesina en Marruecos y España. Y en cuarto lugar, y no por ello menos importante, exigir la independencia del Sahara y denunciar las políticas Neoliberales que han conducido a la crisis sistémica.

Se hacía por tanto necesario denunciar a la Unión Europea, que bancos y especuladores de todo tipo han creado, y que solo apuesta por desregular y cargar sobre las clases populares la salida a la crisis, a base de reducir salarios y servicios públicos, tratar de privatizar los sistemas de pensiones y despidos masivos, acompañados de una masiva sequía de crédito a las pymes y familias.

Con todas esas reivindicaciones, el domingo 7 varios miles de personas nos lanzamos a la calle en Granada. Al final de la Manifestación, desde la Plataforma de la Cumbre Alternativa, se leyó este Comunicado:

COMUNICADO DE LA MANIFESTACIÓN DE LA CUMBRE ALTERNATIVA UNIÓN EUROPEA-MARRUECOS

Amigas y amigos, compañeras, gentes que luchan por un mundo mejor, por el trabajo, por la dignidad, por los legítimos derechos del Pueblo Saharaui y frente a la Europa neoliberal que se está construyendo de espaldas a los pueblos.

Amigas y amigos magrebíes, que sufrís las injusticias, la falta de derechos y libertades democráticas reales y que tenéis que buscar el sustento fuera de vuestra hermosa tierra.

A todas y todos nos une las dificultades y el empobrecimiento que nos está generando la crisis internacional del capitalismo. Un capitalismo senil que en su loca carrera especulativa ha convertido el mundo en un casino de ricos y solo para ricos, generando una crisis financiera que nos afecta por igual a todas y todos, pues nos ha arrastrado a las mayores tasas de paro registradas en el estado español, desde hace mucho tiempo. Un capitalismo que elevando el mercado como único valor supremo, utiliza a las personas y las arroja al paro cuando ya no le son útiles, sean cual sea su lugar de origen.

Pero también estamos aquí congregadas y congregados, porque la Unión Europea de los mercaderes y el Reino de Marruecos, se reúnen en Granada para ajustar sus tratados de asociación. Estos tratados, no son sino las formulas de entendimiento comercial entre las oligarquías europeas y marroquíes, al margen de sus pueblos y en aras a defender exclusivamente sus mercados y sus negocios privados, lejos de intereses y necesidades de trabajadoras y trabajadores, de agricultores y agricultoras, pescadores y pymes de sectores textiles o de la piel, entre otros.

Ellos se reúnen, se ponen de acuerdo, cierran sus tratos y luego nos “echan a pelearnos” entre nosotras y nosotros hermanos y hermanas del Magreb y de Andalucía, España y la Europa Mediterránea, por las migajas y por la supervivencia.

Los marineros de ambos lados del estrecho, las clases populares, las y los agricultores, somos hermanos y nuestro adversario, no es el otro, que el Neoliberalismo y los Tratados de Libre Comercio y/o Asociación hechos al margen y de forma opaca, sin tener en cuenta a los y las afectadas, los productores y productoras, los pueblos.

La Europa en crisis, mejor dicho sus dirigentes, tanto políticos como económicos planean que todas y todos corramos con los gastos de su caos y sus pérdidas y para ello, proponen planes de ajuste y de contención y moderación, pero no para los poderosos sino para los que aún conservan el empleo. Pretenden modificar a la baja los sistemas de pensiones, abaratar el despido, impedir el libre tránsito de personas y precarizar el empleo. Pagar aún menos impuestos y privatizar los servicios públicos y sociales. ¡¡Es indignante!!

Pero hoy y ahora, no podemos olvidar que en esta y otras cumbres similares, también se mercadea con los anhelos e intereses del pueblo saharaui y se consiente su represión y lenta desaparición a cambio de cuotas de pesca, deslocalizaciones o tratados comerciales más beneficiosos para Europa que para el pueblo marroquí. Por eso exigimos el derecho de autodeterminación del Pueblo Saharaui y al mismo tiempo manifestamos nuestra solidaridad con las combatidas y oprimidas clases trabajadoras de Marruecos y denunciamos las constantes detenciones de sindicalistas y activistas sociales y políticos, por parte del poder.

El comercio debe estar al servicio de los pueblos. Este tratado comercial UE-Marruecos promueve una nueva recolonización del Magreb, elimina a sectores productivos de ambas orillas y generará más pobreza, excepto a los ya ricos.

Pero para todas y todos es hoy muy importante movilizar y expresar nuestra resistencia, frente a las injusticias y frente a una Europa que no nos gusta, por sus carencias democráticas, su total desregulación financiera, su afán y obsesión por privatizar todo lo público y convertir en negocio privado la obligación de los Estados, por proteger a sus ciudadanías y repartir justamente sus riquezas. Por eso hoy y aquí exigimos:

Que la crisis del capital la paguen los que la han creado y no las clases populares.

Por un sistema público de pensiones justo, democráticamente controlado y que no retrase la edad de jubilación. ¡Jubilación a los 60 años!.

Por la Renta Básica de Ciudadanía, única medida real frente al paro en estas condiciones. Mientras tanto apoyos indefinidos a los y las desempleadas y planes públicos de empleo, YA.

Por un sistema fiscal justo, el cierre de los paraísos fiscales y el fin de las SICAV, para obtener fondos públicos y el reparto de la riqueza. Por una regulación e instauración de impuestos al mercado de capitales.

Por un Sistema Financiero Público que garantice créditos y fondos a pymes, familias y agricultores y agricultoras.

Por una Europa diferente. Por los derechos democráticos de los Pueblos de Europa que el Tratado de Lisboa ni recoge ni respeta. No a una regulación legal Neoliberal de Europa.

Por una Europa de paz, que deje de apoyar incondicionalmente todas las aventuras bélicas y las nuevas cruzadas de los EE.UU. y de la Multinacionales de la energía.

Por un comercio justo y equilibrado que promueva la “buena vida” entre los pueblos y respetuoso con la Madre Tierra.

POR EL DERECHO A LA AUTODETERMINACIÓN DEL PUEBLO SAHARAUI.
POR LA DEMOCRACIA, LA JUSTICIA Y LIBRE EXPRESIÓN DEL PUEBLO DE MARRUECOS.

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